NUESTRO ENFOQUE DEBE SER JESUCRISTO

Cómo están mis amados hermanos y amigos; quiera Dios, que todos estemos bien de salud, pero si alguna enfermedad nos esta molestando, “la reprendemos en el Nombre de Jesús, y declaramos sanidad para la Gloria de su Nombre”, amén, y amén. 

Siempre me ha gustado pensar en las cosas que nos ayudan a solucionar las situaciones que afrontamos todos los días, en nuestro peregrinaje por este mundo; sin embargo, la gran mayoría de la humanidad se enfoca principalmente en averiguar el origen del problema, y no tanto en la solución del mismo. Todos queremos saber por qué pasa lo que pasa, o por qué pasó… y después, simplemente no hacemos nada para encontrar la solución.

Hace algunos días, fui invitado para ver un video en YouTube, de una predicación relacionada con este tema de “Dónde debemos enfocarnos”; así que, eso me impulsó a escribir y hablar sobre lo mismo.

Como dije: la gran mayoría está centrando toda su atención en el libro de MATEO capítulo 24, y por supuesto, todo lo relacionado a la “SEMANA SETENTA” de DANIEL (Dn.9:24).

Y al pensar en todo esto, que por cierto es un poco complicado de explicar, ¡Claro que nos preocupamos! Especialmente ahora que nos mantenemos informados de todo lo que pasa alrededor del mundo. GUERRAS, TERREMOTOS, TSUNAMIS, HURACANES, TORNADOS, INUNDACIONES, PLAGAS, MORTANDADES EN GRAN ESCALA, PANDEMIAS. Todos nosotros somos testigos de todas las calamidades por las que está pasando esta generación; las catástrofes económicas, políticas y sociales son noticias de todos los días; hay CAOS en muchas ciudades del mundo, gente descontenta con sus gobiernos, sin mencionar otra gran cantidad de males que aquejan a todas las sociedades del mundo. ¡Todo esto es impactante! ¡Por supuesto que nos preocupamos!

Y sobre todo esto, hay un problema aún más grande. Y es que todos nos enfocamos en descifrar el contenido de MATEO 24; y nos olvidamos de lo más importante. Vemos que nos estamos inundando, vemos que el agua ya casi nos llega hasta la cintura, y, aun así, no tratamos de buscar el Arca de la Salvación.

Ya sabemos que todo esto que estamos viendo tiene que pasar, el profeta Daniel nos dejó suficiente información en su famosa SEMANA SETENTA. También lo dijo Jesús desde el Monte de los Olivos, y nos aseguró, que todo, absolutamente todo, tendrá cumplimiento; en Mateo 24:35 Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán”.

Entonces, por todo esto, debemos entender que el RAPTO DE LA IGLESIA DE CRISTO, va a suceder muy pronto. Jesucristo viene pronto por nosotros. Por tal razón, pienso que, en estos momentos, “NUESTRO ENFOQUE DEBE SER JESUCRISTO”. En cómo debemos recibirlo, en estar preparados, con nuestras lámparas encendidas, llenas de aceite, alumbrando todo el tiempo.

Ya es tiempo de llenar nuestras lámparas; olvidémonos de Mateo 24 y centremos toda nuestra atención en MATEO 25; allí, Jesús nos dejó una parábola para que entendamos lo que debemos hacer; es la parábola de las diez vírgenes.

Leamos ahora la Palabra de Dios en Mateo 25, a partir del verso uno:

1. “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al Esposo.

2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.

3. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;

4. mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.

5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

6. Y a la media noche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!

7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.

10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.

11. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor!, ¡ábrenos! 

12. Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

13. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”.

Bendita sea su Santa Palabra.

Ciertamente no sabemos con exactitud cuándo será la venida del Señor; pero, por todo lo que está pasando, muchos pensamos que el arrebatamiento puede suceder en cualquier momento. Pues, los que compartimos la Teología del rapto antes de la Semana Setenta de Daniel, es decir, antes de la Tribulación, estamos observando constantemente todo lo que pasa en los Gobiernos de las Naciones Gentiles. Y tal parece, viendo el panorama actual del mundo político, que todo se está preparando, para que el Anticristo tome el control total del mundo. Pero, antes de que eso acontezca, nos iremos con el Señor, y nos reuniremos con Él en las nubes, ¡Gloria al Señor!

1 Ts. 4:13-17 dice: “13. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él.

15. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

16. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

17. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos ARREBATADOS juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.  

Todo el mensaje del Evangelio de Jesucristo, es precisamente, prepararnos para ese glorioso día que todos los cristianos nacidos de nuevo estamos esperando. Jesucristo nos da las señales para que estemos preparados para ese maravilloso momento.

El Apóstol Pablo, también nos exhorta a permanecer despiertos para el día de la partida, veamos lo que dice en “1 Ts. 5:1-6.

1. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.

2. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;

3. que cuando digan: Paz y Seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y no escaparán.

4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.

5. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

 Luego, añade algo más en los versículos 23 y 24, y dice:

23. Y el mismo Dios de Paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

24. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

Así es, mis amados hermanos y amigos; todos nosotros ya estamos apercibidos de lo que viene. Hoy más que nunca, vemos la proximidad de este gran evento. ¡Pronto, muy pronto! seremos levantados y trasladados al cielo, para asistir a la cena que Cristo tiene preparada para nosotros, en las Bodas del Cordero; pero recuerden que esta vez, “solamente los que se encuentren inscritos en el Libro de la Vida serán llamados”.

Si tu nombre no aparece en el Libro de la Vida, tendrás que pasar por la Gran Tribulación, y pienso que tú no quieres eso. Entonces, solo tienes que entregar tu vida a Jesucristo, y aceptarlo como tu Salvador personal, y en el momento que lo hagas, tu nombre será añadido al Libro de la Vida, y ya no tendrás de que preocuparte.

Algunas personas creen, que, si se quedan, <porque no quieren entregar su vida a Cristo en este momento>, aún van a tener la oportunidad de salvarse en ese periodo de la Tribulación. Yo personalmente creo que eso es bastante difícil; entonces ustedes me dirán: “Pero para Dios no hay nada imposible ni cosa que sea difícil”. Eso, es totalmente verdadero; pero, veamos por qué pienso yo, que será muy difícil para el hombre ser salvo durante la Tribulación:

Primeramente, veamos nuestra situación actual, es decir, en estos momentos, que aún estamos aquí en la tierra. El Espíritu Santo es quien toca los corazones de la gente, poniendo ese sentir de culpabilidad por el pecado, y sensibiliza el corazón de los hombres impulsándolos al arrepentimiento; y, sin embargo, la humanidad persiste en vivir sin Dios.

Ahora veamos, lo que pasa en la Tribulación: Antes de que de comienzo la Tribulación, Cristo levantará su Iglesia, (el Rapto o Arrebatamiento), entonces, el Espíritu Santo será removido de la tierra, y en su lugar, Dios enviará un poder engañoso, para que crean la mentira. Entonces, todos van a creer lo que diga el Anticristo, y van a dejar que les ponga la marca de la Bestia… y serán condenados.

Veamos lo que dice la Palabra de Dios, y recordemos que ya estamos en la apostasía, pues muchos le han dado la espalda a Dios. Leamos en 2 Ts. 2:3-12.

3. “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

4. el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

5. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

6. Ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.

7. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que Él a su vez sea quitado de en medio.

8. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el Espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.

9. Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y prodigios mentirosos.

10. Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad, para ser salvos.

11. Por eso, Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

12. a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la Verdad, sino que se complacieron en la injusticia”.

Por nada del mundo esperes más tiempo, ¡hoy es el día de salvación! Entrega tu vida a Jesucristo hoy mismo, y no dejes que su venida te sorprenda como ladrón en la noche. Repite conmigo esta oración y ¡SÁLVATE! Antes de que sea demasiado tarde. “SEÑOR JESÚS, HOY TE RECIBO EN MI CORAZÓN, ME ARREPIENTO DE TODOS MIS PECADOS Y TE PIDO PERDÓN, ESCRIBE MI NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA Y HAZME UNA NUEVA CRIATURA; DIRIGE MIS PASOS DE HOY EN ADEANTE. TE ACEPTO COMO MI SEÑOR Y MI SALVADOR; “EN EL NOMBRE DE JESÚS, AMEN”.

Si has entregado tu vida a Cristo, anota tu nombre en la casilla de comentarios, y estaré orando por ti diariamente para que el Señor fortalezca tu vida.

Que Dios te bendiga poderosamente;

Hermano Antulio Meneses. 

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