Por: Antulio Meneses
Hasta hace algunos años… <que se yo>, quizás antes de los noventa, era necesario asistir a un seminario teológico para estudiar “Los Principios Básicos de la Teología Bíblica”. Pero hoy en día, gracias a la existencia de gran cantidad de medios de comunicación, y que están disponibles para todas las personas, en cualquier parte del mundo; quienes tengan acceso al internet, pueden aprender lo que deseen. Solo tenemos que pulsar unas cuantas teclas, y ya tenemos a nuestra disposición, toda la información que buscamos sobre cualquier tópico. Sin embargo, debemos recordar lo que el Apóstol Pablo advierte a los habitantes de la ciudad de Colosas, diciéndoles: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Col.2:8)
Los que creemos en Jesucristo, y aceptamos la salvación que nos ha sido dada por gracia; nos sentimos agradecidos con Dios, por habernos escogido. Y eso de que fuimos escogidos, y, además, escogidos desde antes de la fundación del mundo, es algo que no podemos describir de una manera simple. Esto pertenece al mundo espiritual, y como ejemplo, puedo poner el pasaje de Mateo 16:13-17, donde Jesús pregunta a sus discípulos ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Y Pedro respondió: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente (v16). Y Jesús le respondió: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos (v 17). Todo este léxico, pertenece a ese mundo espiritual al que pertenecemos. A Jesucristo no lo hemos visto, pero creemos en Él, y creemos en sus promesas; y todo eso, porque Dios el Padre nos lo reveló, y nos dio fe, para que creamos en Él.
Ahora que hemos creído en Jesucristo, y creemos en su Palabra Santa, es decir, La Biblia la Palabra de Dios; ya no sentimos curiosidad por poner nuestra fe en otras creencias o religiones, -si queremos llamarlo de esa manera-, porque el Espíritu Santo ya no nos permite que nos desviemos del Camino. Y ciertamente seguimos teniendo libre albedrío, pero contamos con la ayuda del Espíritu Santo, quien nos guía a toda verdad, y nos da el espíritu de discernimiento para descubrir las mentiras de los falsos profetas. De tal manera, que podemos observar cómo se desarrollan esas religiones o sectas, y estudiar sus doctrinas si así lo deseamos, pero con el único propósito de conocer las artimañas del diablo, y de aprender las formas que usa para mantener a tanta gente bajo su dominio, con el engaño de la religión; y si es posible, <por qué no decirlo>, debemos ayudarles a salir de las tinieblas a la Luz, para que puedan encontrar el Camino Verdadero.
El mundo está lleno de diferentes culturas, y cada una de ellas, con diferentes ideas. Y por eso existen muchísimas religiones y creencias distintas, tanto es así, que los humanos han rendido tributo a diferentes dioses y creencias a lo largo de la historia. Esa fue la razón por la que Dios escogió a Israel, para que ellos fueran su pueblo, y Él sería su Dios. Sin embargo, hemos aprendido que el pueblo de Israel, trataba de seguir a Jehová, y de cumplir con la Ley y los Mandamientos, pero fracasaban en casi todos sus intentos, y casi siempre caían en la idolatría, apartándose de Jehová su Dios, quien, al verlos descarriados, les enviaba constantemente Profetas, pero ellos hacían escarnio de ellos. Por esa razón, Dios los abandonó, trayendo contra ellos al rey de los caldeos, quien mató a espada a sus jóvenes en la casa de su Santuario, sin perdonar a nadie (2Cr. 36:15-17), Luego, fueron dispersados por todo el mundo; y aunque un remanente regresó bajo la dirección del príncipe Zorobabel, en términos generales Jerusalén ha estado bajo la autoridad política de los gentiles. El pacto Davídico no ha sido abrogado (Sal. 89:33-37), el cual, todavía debe ser cumplido (Hch. 15:14-17).
Entonces, de todas las religiones que existen en el mundo, el cristianismo es la religión más grande, con más creyentes o seguidores, y le siguen el islam y el hinduismo. Y entre todas, la más pequeña de todas las religiones, es “el judaísmo”. Sin embargo, quiero dejar bien claro lo siguiente, y quizás, esto sea lo más importante que vas a escuchar en toda tu vida: “Cuando nuestro Señor Jesucristo venga a recoger su Iglesia, Él no vendrá a buscar a ninguna persona religiosa o fanática de alguna doctrina en particular. Él vendrá a buscar corazones arrepentidos y convertidos a Jesucristo, los que hayan lavado sus pecados con la preciosa sangre del Cordero, el Hijo de Dios; los que hayan creído que Jesucristo es Dios hecho hombre, nacido de la Virgen María, y que murió por nuestros pecados y que resucitó al tercer día; y que, además, ahora está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros”. Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres; no hay salvación sin Él. Él es el único y exclusivo Salvador de la humanidad. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (1 Timoteo 2:5; Hechos 4:12)
Ahora, hablemos un poquito de la secta Judeo-cristiana:
Esta Organización, surgió en el siglo diecinueve (XIX); apareciendo por vez primera, en la imprenta por el escritor inglés George Orwell, en su libro “THE JUDAEO-CHRISTIAN SCHEME OF MORALS” (El esquema Judeo-Cristiano de la moral).
Rabbi Eliezer Berkovits, uno de los más importantes filósofos y teólogos judíos del siglo veinte, escribió lo siguiente: “El Judaísmo, es judaísmo porque rechaza el cristianismo”; y “El Cristianismo, es cristianismo porque rechaza el judaísmo”. ¿Cómo entonces, puede haber hoy en día una alianza entre estas dos religiones?
El teólogo y autor Arthur A. Cohen, en su libro “The Myth of the Judeo-Christian Tradition”, (El Mito de la tradición Judeo-cristiana) cuestiona la validez teológica del concepto Judeo-cristianismo, y sugiere que es esencialmente un invento de la política Norte-Americana. Hasta la fecha, esta civilización o cultura, son conceptos muy oscuros y en constante debate; razones por las cuales, cuentan con muy pocos seguidores, quienes, en la mayoría de los casos, no han leído la Biblia. Reciben sus enseñanzas, con una doctrina basada en sus propias interpretaciones del Antiguo Testamento; y en el Nuevo Testamento, excluyen la doctrina del Apóstol Pablo. Y, es que, hay buenas razones para que no estén de acuerdo con las enseñanzas de Pablo; veamos algunas de ellas:
Primeramente, vamos a leer lo que Pablo le escribió a Timoteo, en 1 Timoteo 1:3-7 “Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman”.
Siempre han existido estos grupos que se hacen llamar “Judeo-cristianos”, desvirtuando las Sagradas Escrituras con su falso conocimiento de las mismas; y hoy en día, están tratando de apartar a los cristianos de la fe. Por tal razón, el Apóstol Pablo le escribió a uno de sus ayudantes más confiables, sobre este tema. Leamos:
Tito 1:10-16 “Porque hay aun muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras ensenando por ganancia deshonesta lo que no conviene. Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos malas bestias, glotones y ociosos. Este testimonio es verdadero, por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Reina Valera, Versión 1960)
Existen varios grupos Judeo-cristianos, en YouTube se pueden encontrar varios. Han elaborado una serie de documentales, presentando una doctrina muy lejos de la verdad, pero muy parecida. Y por supuesto, tienen cegado el entendimiento, que ellos piensan que están en lo correcto. Una tradición judeo-cristiana nunca ha existido. Tanto el judaísmo como el cristianismo, tienen sus propios puntos de vista, que son irreconciliables. O practica el judaísmo, o se convierte al cristianismo, pero nunca las dos cosas. De todos modos, ellos no aceptan la Deidad de Jesús, aunque reconocen que Él vino, y que vino a redimirnos, y que por medio de Él seremos salvos (pero no por gracia), pues argumentan que la doctrina de Pablo es una farsa, y, además, a Pablo lo consideran un rabino apóstata de la Ley, y ya vimos la razón de ello.
Por su parte, el cristianismo dice que este nuevo concepto de la Tradición del judeo-cristianismo, sugiere que el judaísmo progresa hacia el cristianismo; que el judaísmo, de alguna manera se completa en el cristianismo. De acuerdo a esta creencia, el cristianismo reforma y reemplaza al judaísmo.
Lo más importante de la creencia de la “tradición judeo-cristiana”, es que insidiosamente (o con engaño) obscurece las diferencias reales y significativas entre el judaísmo y el cristianismo. No cumplen con la religión judía, ni creen en la doctrina de la gracia que nos dejó el Apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad; ¡ah!, es que ellos no creen en la Trinidad.
Esta Secta del Judeo-cristianismo, está divulgando una serie de documentales en el YouTube, denominada: “El Judaísmo de Jeshua”, de los cuales, ya vi varios capítulos; así mismo, tienen otra serie denominada “La historia detrás de Cristo” de la cual solo he visto el capítulo uno, que se titula: “La Virginidad de María”. Hay muchas cosas que podría comentar sobre los análisis que ellos hacen de las Escrituras, pero, realmente no creo que merezcan el tiempo. Sin embargo, haré mención de un par de cosas que me parecieron interesantes.
Primeramente, debemos saber, o comprender que todas las religiones o sectas, se fundamentan en que su doctrina, -cualquiera que sea-, es la verdadera, la perfecta, la única que tiene la razón; y que todas las demás, son o están equivocadas. He estudiado varias doctrinas de diferentes religiones y sectas; y he llegado a esa conclusión. Así que, los dirigentes de esta secta Judeo-cristiana, se han inventado su propia doctrina, uniendo el judaísmo y el cristianismo; pero enfatizando severamente en que nosotros los cristianos estamos interpretando mal las Sagradas Escrituras. Aunque debo decir, que su crítica parece ser que va dirigida al cristianismo católico.
Aseguran que los judíos sí recibieron y creyeron en Jesús; contrario a lo que dice el Apóstol Juan. En Juan 1:12 ciertamente dice que Jesús vino a los suyos, y que los suyos no le recibieron, y… bueno, al leer los evangelios nos damos cuenta que, cuando Jesús no encontró fe en su pueblo, su tierra natal, salió de allí, pues no creían en Él. Marcos 6:3-6 dice: “¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de Él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos”. (Reina Valera versión 1960)
Sin embargo, dicen ellos, había mucha gente que sí creían en Él. En el Evangelio de Lucas capítulo 9, podemos ver a una multitud que estaba escuchando sus enseñanzas, cuando les dio de comer a un grupo como de cinco mil; pero, esta gente le seguía porque era gente hambrienta, y Jesús les daba comida, así que no era tanto que creyeran en Él, sino porque sabían que siempre les daba de comer. Todos sabemos que las masas de gente se dejan manipular fácilmente cuando se les ofrece un poco de comida. Lo vemos hoy en día también, en la política lo vemos constantemente; cuando un candidato hace cualquier ofrecimiento, son las masas de gente las que se van tras estas regalías. Sin embargo, todo cambió cuando apresaron a Cristo Jesús; cuando lo vieron preso, se desmoronaron; lo vieron como a un simple ser humano, sin una pisca de fe hacia Él… Y lo condenaron.
También en el capítulo 10 de Lucas, Jesús envía a un grupo de setenta a predicar el Evangelio, todos ellos eran judíos que creían en Jesús. En Mateo 10, Jesús envía a los doce apóstoles, y los comisiona a predicarles solamente a las ovejas perdidas de Israel. Veamos Mateo 10:5-6 dice: “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. (RV1960)
Podemos ver que Jesús vino solo por las ovejas perdidas de Israel, pero cuando no encontró fe en su pueblo, entonces comisionó a sus discípulos a ir por todo el mundo. Lo leemos en Marcos 16:15-16 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere será condenado”. (RV1960)
No debemos extrañar que, el trabajo que realizan todas las seudo religiones, es fantástico, para crear y generar dudas; para confundir especialmente a los creyentes nuevos en la fe cristiana. Los neófitos son siempre los más susceptibles y vulnerables, ya que aún están en crecimiento, en el conocimiento de las verdades Bíblicas.
Recordemos que la Biblia nos advierte que tenemos que estar alertas, para no ser presa de los que predican otro evangelio o cualquier filosofía, que con mucha sutileza nos quieran apartar del Camino.
El Judeo-cristianismo sigue la doctrina de los EBIONITAS, quienes reconocieron a Jesús como el Mesías, pero nunca reconocieron su verdadera identidad como “el Hijo de Dios”; es decir, afirmaban que Jesús era el Mesías, pero no reconocieron su naturaleza Divina, ni que haya estado presente cuando Dios estaba formando el mundo y todo lo que existe. Rechazaban su nacimiento virginal, y seguían practicando leyes judías, y todos los rituales de esa religión. Practicaban la circuncisión, el sábado y las prohibiciones alimenticias.
Los Judeo-cristianos argumentan en casi todos los puntos de nuestra fe. Dicen que, nosotros los gentiles ¿cómo es posible que digamos que ya no estamos bajo la Ley, si no tuvimos Ley?
Bueno, esto nos lleva a recordar algo sumamente maravilloso: Ciertamente, antes estábamos sin ley y sin esperanza; pero por la incredulidad de los judíos, nosotros los gentiles recibimos el mensaje de salvación por medio del Apóstol Pablo, y fuimos injertados en el Olivo (Ro. 11:19) y luego, fuimos adoptados hijos de Dios por medio de Jesucristo (Ef.1:4-6). Veamos qué dice Gálatas 3:25-26 “Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo (Tutor de niño o guía), Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”. ¡A L E L U Y A!
Y, para terminar, les comparto una porción de la carta que el Apóstol Pablo le escribió a Timoteo. Leamos:
2Timoteo 2:22-26 “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para ensenar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”.
Que Dios los bendiga ricamente.